Para cumplir la nueva normativa de Massachusetts que impide arrojar residuos alimentarios a los vertederos, Ahold Delhaize buscó una forma de reutilizar beneficiosamente el material orgánico no vendible de sus tiendas de comestibles de toda la región de Nueva Inglaterra.
La solución ideada por Dennis Group y Ahold fue construir una Operación de Recuperación de Productos (PRO) en el centro de distribución de Ahold. Los alimentos que normalmente irían a parar a un vertedero (restos no comestibles o alimentos no aptos para la donación) se recogen ahora en 212 supermercados regionales y se envían al centro de distribución. A las 24 horas de ser introducidos en el digestor, los microorganismos descomponen los residuos de alimentos biodegradables en biogás compuesto de metano y dióxido de carbono que se utiliza como fuente de energía. Este proceso tiene lugar en un entorno cerrado, sin oxígeno ni olores. La instalación procesa una media de 130 toneladas diarias de alimentos y genera 1,25 megavatios de electricidad limpia, que cubren aproximadamente 40% de las necesidades energéticas del centro de distribución. La materia orgánica sobrante se convierte en abono y compost.
Este proyecto único supuso un reto especial porque, a diferencia de otros digestores, que procesan un material ya licuado, el digestor de Ahold tenía que poder manipular materiales de envasado como cartón, cartones de huevos y bolsas de cebolla. Fue necesaria la colaboración de todas las partes para resolver este singular reto de ingeniería.